Significa ser llevado al cielo por Dios o por los ángeles.
Ø¿Qué celebramos el día de la Asunción de la
Virgen María?
Celebramos que la Virgen María, Mamá de Jesús, fue llevada en cuerpo y alma
al cielo.
Ø¿Qué nos dice la Iglesia?
Que la Virgen María está en el cielo junto a Jesús. La Iglesia nos pide que pongamos nuestra mirada en ella, imitarla, pedirle
que nos lleve hacia su Hijo Jesús.
Ella intercede por nosotros ante su
Hijo. Ella nos cuida, nos da fuerzas,
nos acompaña con su amor de madre durante
toda nuestra vida.
Ø¿Cuándo se celebra esta fiesta?
Se celebra el día 15 de agosto.
Los invitamos a ver este video, donde se explica porque es tan importante para los cristianos esta fiesta. ¡Vamos a verlo!
La fiesta de
la Asunción de la Santísima Virgen María, se celebra en toda la Iglesia el 15
de agosto. En esta solemnidad de la Asunción contemplamos a María: ella nos
abre a la esperanza, a un futuro lleno de alegría y nos enseña el camino para
alcanzarlo: recibir en la fe a su HIJO JESÚS y no perder nunca la amistad con él.
En 1193 nació en Asís, una ciudad de
Italia. Clara era muy alegre, tierna y sonriente. Le gustaba jugar y divertirse con sus hermanos y amigas. También la música y la
literatura. A los 18 años, oyó a san Francisco hablar de la pobreza y de la
sencillez, así que su corazón se llenó de alegría. ¡Qué lindo es descubrir a Dios en las cosas más pequeñas y cantar sus
maravillas! Le pidió a Francisco que le enseñara a vivir así.
Feliz de ser amiga de Jesús, Clara
consagró su vida a Dios y fundó con Francisco la orden de las damas pobres.
Muchas jóvenes se unieron a ella, y fueron aprendiendo en la oración, en el
trabajo y en la vida en comunidad a crecer en el amor y en la pobreza, como la
Virgen María. ¡Eran muy pobres, pero confiaban en que Dios las amaba! Ella era
la superiora del convento, pero no se creía la más importante: sabía estar
atenta a los demás, era humilde y maternal. Muchas noches de frío se levantaba
para abrigar a sus hermanas. Hacía muchos sacrificios para ofrecérselos a
Jesús: comía poco, dormía en el piso... Pero un día, Francisco le pidió que comiera
un poco más y que durmiera en un colchón para no enfermarse. ¡Qué gran amistad
los unía!
Clara tenía una gran devoción al Santísimo
Sacramento. Visitaba y adoraba a Jesús en la Eucaristía. Una vez, la ciudad de
Asís estaba por ser atacada. Las hermanas rezaron con confianza a Jesús,
pidiendo que protegiera la ciudad...y los enemigos se fueron sin pelear.
Durante toda su vida, mucha gente la admiró y la quiso por su bondad, su
ternura, su alegría y su sencillez. Todo lo entregó por amor, y lo puso al
servicio de los demás. Después de muchos años se enfermó y murió alabando a
Dios, rodeada de las Damas Pobres, también llamadas Clarisas, diciendo:
«Bendito seas Señor, por haberme creado».
Santa Clara, amiga de San Francisco, supo como nadie lo que era la verdadera amistad, llena de dulzura y amor fraterno. ¡Qué lindo es tener amigos!
Jesús les dijo a los discípulos que subieran a la barca y pasaran antes que
él a la otra orilla, mientras él despedía a la multitud. Después, subió a la
montaña para orar a solas. Y al atardecer, todavía estaba allí, solo. La barca
ya estaba muy lejos de la costa, sacudida por las olas, porque tenían viento en
contra. A la madrugada, Jesús fue hacia ellos, caminando sobre el mar. Los
discípulos, al verlo caminar sobre el mar, se asustaron. “Es un fantasma”,
dijeron, y llenos de temor se pusieron a gritar. Pero Jesús les dijo: “Tranquilícense,
soy yo; no teman”. Entonces Pedro le respondió: “Señor, si eres tú, mándame ir
a tu encuentro sobre el agua”. “Ven”, le dijo Jesús. Y Pedro, bajando de la
barca, comenzó a caminar sobre el agua en dirección a él. Pero, al ver la
violencia del viento, tuvo miedo, y como empezaba a hundirse, gritó: “Señor,
sálvame”. En seguida, Jesús le tendió la mano y lo sostuvo, mientras le decía: “Hombre
de poca fe, ¿por qué dudaste?”. En cuanto subieron a la barca, el viento se
calmó. Los que estaban en ella se postraron ante él, diciendo: “Verdaderamente,
tú eres el Hijo de Dios”.
Palabra del Señor.
Los invitamos a ver el siguiente video:
¡Pedro es salvado por Jesús!
¡Espectacular!
Jesús siempre está a nuestro lado, para ayudarnos en los momentos de "tormenta", es decir en los momentos difíciles .Por eso, siempre tenemos que mirarlo a Él. ¡Jesús es nuestro gran amigo!
¿Qué les parece si volvemos a mirar el video y rezamos la oración de confianza que está al final? ¡Vamos!¡Adelante!