1° de mayo: Día de San José Obrero

Seguramente que si hablamos de San José sabés a quién nos referimos, sí, el papá de Jesús, pero ¿Cuánto más sabemos sobre él? Muy poco es lo que en la Biblia se lo nombra, pero ese poco nos da una imagen completa de un gran hombre que supo querer a Jesús y María, protegerlos y ser un gran padre para el Hijo de Dios.
A San José se le atribuyen muchas virtudes y se lo conoce como el santo del silencio y como el patrono de los obreros, es por eso que todos los 1° de mayo lo recordamos de un modo especial.
¿Querés saber algo más sobre este gran hombre? Te invito entonces a seguir leyendo...

Extraído de http://elrincondelasmelli.blogspot.com

Hoy, nuestro país y el mundo entero está pasando por un momento de incertidumbre, muchos no pueden trabajar, muchos han perdido su trabajo y otros tantos temen perderlo, los salarios de tantos trabajadores han sido reducidos. Descubrimos también muchos trabajos que hasta el momento permanecieron ocultos, o con un perfil bajo (como San José) y hoy, muchos reconocen el valor de estas labores: médicos, enfermeras, cuidadores de personas mayores y enfermos, choferes de transportes, recolectores de basura, docentes y tantas otras profesiones y oficios que hoy aplaudimos porque sabemos que están trabajando sin descanso y muchas veces exponiendo su propia salud y la de su familia.

Te proponemos que pienses en todas estas personas que nombramos arriba, en las personas que trabajan en casa, en aquellos que buscan trabajo. Hoy vamos a pedirle a San José Obrero que cuide de manera especial de cada una de ellas.

La parábola del granito de mostaza

   

Cita bíblica: Mt. 13, 31-32

Jesús dijo esta parábola:

“El  Reino  de los Cielos se parece  a  un grano de mostaza  que  un hombre sembró en su campo.

En realidad, ésta es la más pequeña de las semillas, pero cuando crece es la más grande de las hortalizas y se convierte en un arbusto, de tal manera que los pájaros del cielo van a cobijarse en sus ramas".

¿Has visto alguna vez una semilla de mostaza?

Una semilla de mostaza es tan pequeña que si tuvieras una en tu mano y se te cayera al piso, puede ser que no la puedas encontrar.A pesar de que la semilla de mostaza es una de las semillas más pequeñas, cuando es sembrada en la tierra, se convierte en una planta tan grande que los pájaros pueden hacer sus nidos y pararse en sus ramas.Jesús contó esta parábola comparando la semilla de mostaza con el Reino de Dios.  Fue un comienzo pequeño, ¿no es así? Jesús llamó y envió a los doce discípulos a llevar su Buena Noticia: el Reino de Dios está entre nosotros. De un comienzo pequeño, el reino de Dios ha crecido y crecido... hasta que se ha esparcido por toda la tierra.Cada seguidor de Jesús es una parte del Reino y eso significa que vos y yo somos una parte del Reino de Dios. Cada vez que le hablamos a otra persona  de Jesús, estamos ayudando a que el Reino crezca.

VAMOS A PENSAR:

1. ¿Qué es una parábola?
2. Jesús nos lleva a pensar que las pequeñas y buenas acciones de cada día, se convierten en  grandes  signos  de  amor y de  cariño  para  las personas que  nos  rodean. ¿Cuáles  son  las pequeñas y buenas acciones de cada día que podemos hacer? 

o   Saludar a todos.

o   Tratar a con respeto y afecto.

o   Rezar al levantarme, antes de comer y dormir.

o   Decir gracias y por favor.

o   Ser solidario con los que necesitan.

o   Estar atento y no dejar a nadie de lado, ni burlarme, ni dejar que lo hagan.

Ahora, te invitamos a escuchar esta canción sobre la parábola del grano de mostaza. 

¡A DISFRUTAR!

¿ No es maravilloso saber 

que somos  parte en el crecimiento 

del Reino de Dios?